Es muy sencillo, el embrague es solo un gran electroimán, cuando se enciende, la corriente entra en la bobina y la energiza, tira de la placa de acero hacia abajo sobre la polea y hace girar el compresor.

 

El embrague no es un embrague deslizante, está acoplado o desacoplado. Consta de dos placas de acero, con algunas placas de ajuste entre ellas. Está cargado por resorte. El resorte lo mantiene abierto cuando está desacoplado. El electroimán se acopla cuando se aplica energía. No se genera calor por fricción aparte del necesario para llevar la placa impulsada a la velocidad de la placa de transmisión. En funcionamiento adecuado, ese acoplamiento es casi instantáneo, por lo que se genera poco o nada de calor. Esas finas placas de ajuste son las que más se desgastan y son reemplazables. En el pasado, he agregado o quitado calzas y reemplazado el resorte para corregir la función. De lo contrario, siempre que no se afloje lo suficiente como para causar deslizamiento, debería durar casi para siempre. Entonces, si comienza a patinar, debería ser una condición observable y se repara fácilmente (si no se deja demasiado tiempo) utilizando los métodos anteriores. El desmontaje requiere herramientas especiales. El patinaje es causado por un juego excesivo o por una tensión de resorte insuficiente. Por lo tanto, quitar o reemplazar las calzas corregirá el juego, y un resorte nuevo corregirá la tensión. Si se deja demasiado tiempo y el desgaste es demasiado, simplemente reemplace el conjunto del embrague en su totalidad. La falla electromagnética no es desconocida, pero es muy rara. No obstante, mi regla general siempre ha sido que si el embrague se puede reparar utilizando esos métodos, lo haré. Salvo circunstancias extremas, no debería ser necesario reemplazarlo. Pero, cuando se reemplaza el compresor, siempre uso un embrague nuevo, porque si el compresor está desgastado, es probable que el embrague también lo esté, y no querría arriesgarme a un compresor nuevo por un problema de embrague.